Buenos Aires, Argentina

De la terminal automotriz a la calle: cómo es el proceso de carrozado de un chasis IVECO BUS

Una colaboración estratégica entre IVECO BUS y Overbus potencia la producción de buses, combinando chasis de alta calidad con carrocerías nacionales diseñadas para las necesidades del cliente, en un proceso que destaca por su eficiencia, tecnología y mano de obra especializada. 


IVECO BUS, marca perteneciente a Iveco Group, junto a Overbus, concesionario exclusivo dedicado a la venta de buses en Argentina, trabajan en conjunto para transformar chasis en unidades completas de transporte de pasajeros.

La colaboración entre las marcas data desde junio de 2019, en los inicios de la participación de IVECO BUS en el mercado local. Desde la fecha, cuentan con más de 1300 unidades comercializadas que protagonizan segmentos específicos como el traslado de personas para los sectores petroleros, mineros, de turismo y de unidades urbanas en el interior del país. 

"Para IVECO BUS, este proceso no consiste simplemente en integrar el chasis con la carrocería. Va mucho más allá. Se trata de construir un producto que aporte excelencia, robustez y, sobre todo, seguridad a clientes y usuarios", afirma Marcio Querichelli, presidente de IVECO para América Latina.

“Trabajar junto a una empresa como Overbus, referente nacional en la comercialización de buses, nos permite ofrecer una solución integral de calidad, confiable y desarrollada en el país”, afirmó Fernando Quadrelli, Comercial y Marketing de IVECO BUS. “Esta alianza estratégica potencia nuestras capacidades productivas y refuerza nuestro compromiso con la industria local”, agregó.


Eficiencia, planificación y mano de obra especializada

El proceso de carrozado se inicia con la adquisición de chasis IVECO BUS por parte de Overbus, el concesionario oficial de la marca en Argentina. Cada compra responde a una necesidad puntual, lo que permite anticipar con precisión el diseño y el equipamiento de la unidad desde la primera etapa.

Una vez adquiridos, los chasis se trasladan a la carrocera, donde se lleva a cabo la transformación completa. Dentro de las principales carroceras, se encuentra Italbus SA, en la misma la producción se organiza en diferentes líneas: destinadas a unidades urbanas, interurbanas o especiales. 

El ciclo completo de carrozado dura entre 20 y 25 días, dependiendo de las configuraciones requeridas. Durante este tiempo, la unidad avanza a través de distintos puestos de trabajo, cada uno con una tarea específica. Se trata de un proceso intensivo en mano de obra, lo que resalta el valor de la experiencia y compromiso del equipo técnico.

La carrocera es una planta de producción integral: fabrica internamente la mayoría de los componentes del bus, a excepción únicamente del sistema de aire acondicionado, ventanas y asientos. Produce aproximadamente 50 unidades por mes —unas 2,5 por día—, de las cuales cerca de 23 son modelos IVECO BUS.


Así se construye un bus: el paso a paso del carrozado para el chasis IVECO BUS 170G21 a GNC 

El proceso de carrozado de un bus es el resultado de un trabajo minucioso que combina tecnología y mano de obra especializada. Todo comienza con un diseño desarrollado por el equipo de ingeniería, donde cada detalle de la carrocería es proyectado a partir del chasis base. 

Una vez definido el diseño, se da inicio a la fabricación de las piezas. El primer sector en entrar en acción es el de fabricación de piezas metálicas, donde se toman los planos diseñados y se los transforma en componentes reales, listos para ser montados. Paralelamente, el sector de fabricación de piezas plásticas se encarga de producir todos los elementos del interior del vehículo.

Las primeras estructuras en instalarse son las del piso, luego se colocan los laterales, el frente, la culata y finalmente el techo. Cada uno de estos pasos se realiza de manera secuencial en distintos puestos, con una línea de producción que se mueve de forma automática, optimizando los tiempos y asegurando la precisión del ensamblado.

Una vez conformada la estructura, comienza el proceso de enchapado de la carrocería, seguido del prepintado, donde se masilla, se lija y se limpia cada superficie para lograr un acabado perfecto. El siguiente paso tiene lugar en la cabina de pintura, donde la unidad se personaliza con los colores y detalles solicitados por el cliente, asegurando una identidad visual única para cada vehículo.

En el caso de los buses a GNC se hace lo que se llama casamiento: se levanta la carrocería terminada, se monta sobre el chasis y en lugar de usar elementos de soldadura como en los buses a diesel, se hace un sistema de ajuste por bulones. 

Por último, se ingresa en la etapa de terminación donde se colocan los revestimientos interiores, se tapiza el piso, se instalan las ventanas, el sistema de aire acondicionado y los asientos, dando forma final al interior del bus. Al finalizar la línea de producción, la unidad es elevada e inspeccionada rigurosamente. Solo después de superar este control de calidad, el vehículo está listo para comenzar a rodar.

Este proceso revela el compromiso de IVECO BUS y Overbus con la innovación y la personalización de cada unidad, siguiendo los requerimientos y necesidades específicas de cada cliente. La fabricación de cada unidad integra los mejores materiales, tecnología avanzada y una fuerte inversión en capacitación continua, como pilares de una industria nacional en movimiento. “Cada unidad que sale de nuestra concesionaria refleja el compromiso que compartimos con IVECO BUS por la innovación y la customización. Trabajamos para que cada bus esté pensado en función de su propósito y de las necesidades del cliente”, destacó Miguel Niro, presidente de Overbus.